El 12 de Junio de 1997 fue asesinado Miguel Ángel Blanco; era un joven de 29 años, simple concejal del Ayuntamiento de Ermua, inofensivo y políticamente irrelevante.

Entonces no nos manifestamos para exigir al Gobierno que cediera al chantaje, y salvar su vida.

En cierto modo, entre todos, le condenamos a muerte, o si se prefiere, asumimos su muerte (que se podía evitar, cediendo) como un coste impuesto por la bestia nacionalista.

Su muerte fue horrible: en soledad, aterrorizado, sin esperanza, y, finalmente asesinado como un perro.

Ahora no vamos a entretenernos en los detalles que rodean el teatro de la supuesta “agonía” del monstruo De Juana Chaos (sus paseitos, la compañía de la fulana, las distracciones, etc…) que como es bien sabido carece del valor personal necesario para poner realmente su vida en peligro. Tenemos claro que todo es una comedia para encubrir lo injustificable por parte del actual Gobierno traidor y renegado.

Pero el hecho es que, con toda probabilidad, el monstruo se va a ir a casita, feliz y contento.

¿Y nosotros qué vamos a hacer?

“Acatar la decisión judicial, aunque no nos guste”… ¡lo que le importa a la chusma nacionalista las decisiones judiciales! … tenemos amplias experiencias, y, sin ir más lejos, ahí están los zarandeos al Tribunal Constitucional para que se ajuste a sus caprichos.

Dejamos asesinar al inocente, y ahora ¿salvamos a ese monstruo asqueroso?.

¿No nos violenta profundamente la conciencia?.

Si cruzamos ese umbral: ¿cómo vamos a vivir el día siguiente?, ¿cómo se supera esto?, ¿de qué vamos a hablar mañana?

Si todo ello no es motivo de una reacción sin precedentes ¿no nos deslegitimamos para seguir adelante en nuestra acción?… ¿qué nos queda?… ¿no seremos sino unos oportunistas más que sabemos mirar hacia otro lado? …

Si cruzamos ese umbral, entonces, ineludiblemente, todos seremos unos canallas, semejantes a la escoria nacionalista… y España ya no existirá más.

(Porque España no es solamente esa palabra abominada por ellos, o el territorio, o la Historia, sino quienes aquí y ahora, realmente estamos).

En el inicio de la película “The Warriors”, un jefe de banda callejera pretende unificar a todos los grupos de la ciudad. A tal fin, los reúne en un parque y les dice: “Imbéciles, ¿sabéis contar?”. Se trataba de una indicación de la fuerza de todos juntos.

Nosotros no dejaremos de insistir sobre el punto cardinal de la unidad y formación del movimiento contra la tiranía nacionalista, y consideramos que, en la actual fase de nuestra lucha es primordial unificar y hacer visible el movimiento de resistencia.

Si miráis en la lista de enlaces de cualquier web amiga veréis una serie de nombres, pero nunca están todos ni parece que exista el mínimo reconocimiento entre ellos. Porque cada grupo tiende, lógicamente, a citar a los que se mueven en el propio ámbito (fundaciones, asociaciones de víctimas, o entidades culturales, etc).

Creemos que ya es hora de reconocernos, puesto que la gravedad de la situación lo requiere y ya que entidades de peso han dado el paso de posicionarse en contra de los responsables de esta situación de modo abierto en sus convocatorias (el irreconocible PSOE, las dictaduras irracionales de los nacionalismos y, últimamente, incluso el “pasotismo” en ciertos momentos del PP).

Por un lado consideramos que estarían las asociaciones que surgen de una problemática específica dentro de la escalada nacionalista: asociaciones de víctimas y fundaciones vascas y asociaciones en defensa de la lengua española en la zona catalana y gallega. Evidentemente, estos grupos reivindican también la defensa de la Constitución, los valores democráticos y cívicos, y la unidad nacional, en diverso grado y acento. Luego los grupos de carácter constitucionalista, muy relacionados con la problemática anteriormente citada. Por último los partidos políticos afines, de diversa tendencia ideológica, y los grupos militantes.

El mundo de los blogs es más difícil de catalogar, pero podemos calificarlos bajo el título de críticos.

No queremos comprometer a nadie ni hacer de portavoz no-autorizado. Cada cual tiene su voz. Creemos que es la expresión, quizá no absolutamente mayoritaria, de unidad y sentimiento de pertenencia a un sector de la población importante que se encuentra sin voz o insuficientemente representado y sin posibilidades de intervenir en los acontecimientos políticos convulsivos que se están dando.

Habrá quien no desee ser incluido en esta lista, probablemente por pretender una equidistancia “entre unos y otros”, que nosotros consideramos hoy irreal. Si alguien cree que estamos hablando ilegítimamente en su nombre, sólo tiene que enviarnos un correo electrónico y se lo comunicaremos a todos.

Nosotros consideramos que las llamadas a la unidad en el movimiento se deben asumir en base a un fin: por la unión de la nación y contra las tiranías de los nacionalismos disgregadores y sus cómplices.

Como mínimo, y por encima de las lógicas diferencias debidas a orígenes y problemáticas diversas, creemos que hay que reconocernos como entidades afines y generar un mínimo grado de comunicación.

Estos son los grupos con los que contactamos habitualmente a través de nuestros comunicados:

¿Cuál sería el siguiente paso del movimiento, según nuestra perspectiva?. Que estos grupos se reconocieran entre sí como parte de un mismo movimiento, relacionándose activamente, aunque sólo fuera por Internet, y que propongan ideas, soluciones y análisis para todos. Y, en consecuencia, que se muestren públicamente como tal movimiento, que se genere, que se visualice el movimiento más allá de las manifestaciones callejeras puntuales.

Somos conscientes que ello supone superar el prejuicio de “no entrar en el debate político” y de dejarlo en manos de los partidos de turno, que son los que nos han llevado a esta situación.

Consideramos que es fundamental si queremos que todas las iniciativas que hay en marcha, que son muchas, se afirmen y, sobre todo, que sean útiles. Ya nadie puede cuestionar que estamos inmersos, lo queramos o no, en una lucha abierta por nuestra supervivencia: nacional, política y económica.

Exhortamos a todos a ser generosos y desterrar la mezquindad y la egolatría, y a ser consecuentes y abandonar las bonitas palabras y las actitudes tibias contra las ofensivas y atropellos del enemigo. Porque así se consideran los otros y así nos consideran a todos nosotros