Desde la humildad, pero también desde la conciencia y el compromiso irreversibles, queremos hacer un llamamiento al movimiento de resistencia:
- a quienes conciben a España como nación, es decir, una sociedad conformada por una Historia común nítidamente reconocible, y que conserva una voluntad de permanencia y un compromiso de futuro.
- y también a quienes, poseedores de espíritu cívico, entienden que una nación no es sólo un nombre y una Historia sino unos valores y estructuras sociales y culturales comunes garantes de la aspiración legítima de libertad, igualdad, unidad y progreso.
Hablamos de clarificar, de defender abiertamente a España y la Libertad. Ambos conceptos, distintos pero inseparables sin tapujos ni coartadas. Lo mismo cabe decir de la individualización del enemigo, que está en ofensiva traidora y abierta: los nacionalismos, sus cómplices en la izquierda, la asepsia de la derecha (cómplice necesario en la demolición de España) y la aberración (especialmente económica y nacional) del sistema autonómico, verdadero vivero e incentivo de los diversos, y crecientes, desafios nacionalistas.
Llamamos a superar la presente fase en la que, alzada la voz y levantadas unas organizaciones y partidos, parece que no sabemos cómo o qué hacer con ellos, como si estuviéramos perplejos, y no sólo por los recientes resultados electorales.
Si persistimos en nuestra actual actitud endogámica, si las naturales diferencias de opinión nos impiden unirnos en lo esencial, si somos incapaces de ese esfuerzo, nos convertiremos en caricaturas de nosotros mismos y el futuro estará marcado por los nacionalistas.
Llamamos a actuar, a organizar y a debatir qué hacer y de qué modo coordinarnos. Y en esta labor las figuras y los responsables de todas las asociaciones deben ser fundamentales. Crear y extender un espíritu unitario es imprescindible para enfrentarse con posibilidades a la disgregación en curso. Organizar, coordinar, movilizar.
Conscientes de las diferencias, e incluso oposiciones, que puedan haber entre ellos, así como sus respectivas militancias, insistimos en nuestro llamamiento unitario, y así, sin ser exhaustivos, citamos explícitamente a líderes de prestigio y voluntad del movimiento: Carlos Martínez Gorriarán, Francisco Alcaraz, Gotzone Mora, Rosa Diez, Ladrón de Guevara, Félix Pérez Romera, Santiago Abascal, Jon Juaristi, Pío Moa, Francisco Caja …
Sólo de ellos puede partir una iniciativa unitaria con éxito. A ellos apelamos.
Porque una vez más, ante todo, no importa el quién sinó el qué.