¿Problema territorial?

Podemos se anda a la gresca con Mas, y con todos, pero siempre dentro de su ambigüedad. Son sus guerras y a nosotros nos importan un pito, pero hay cosas que nos llaman la atención como esta réplica: «Quien dice que la solución al problema territorial pasa por un referéndum sabe que lo que está diciendo no es cierto», señala Pablo Iglesias (19/1/2015).

¿Y cuál es “problema territorial de España”?…

En España no hay ningún “problema territorial”, el que algunos quieran fraccionar territorios y hacerse con ellos no es un problema territorial, es una cuestión de pillaje y usurpación por parte de bandas criminales que se convierten en un problema si no se las expulsa de nuestra casa, o se exterminan como a las cucarachas (lo que son).

En esta categoría hay que incluir a Podemos que se han declarado a sí mismos amigos de la banda asesina de los nazionalistas, y por lo tanto, aunque no hubiesen más evidencias, por eso solo son antiespañoles. Como así mismo lo son quienes les entreguen su voto.

Y así anda jugueteando, como un aprendiz tonto de malabarista, con el fantasmagórico invento nazionalista del “derecho a decidir” sin aclarar nunca si es de todos los españoles o solo de una parte de los habitantes de una región (los demás no cuentan) sobre aquello que pertenece a todos (que tampoco cuentan).

El truco con el que pretenden confundirnos consiste en mezclarlo con extravagantes e imprecisas reformas de la Constitución, de las Instituciones, de un cierto proceso constituyente, del “modelo de estado”… ¡de todo! sin mencionar nunca adonde se quiere llegar.

Pero por más que lo diga el coletas, España “no es una realidad plurinacional”, “España es una realidad histórica”, es una “Nación histórica”, y no el producto ni la invención de una ideología espúrea.

El coletas y sus choricillos, aspirantes a chorizos plenos, debería explicar qué es una “realidad plurinacional” (a lo mejor es un alien). El caso es juntar palabras para hacer ver que dicen algo, está ya muy visto, estamos hartos de charlatanes.

No nos engañan.

De entre esta juerga de las confusiones y las mentiras surge una idea clara y precisa: el Ejército debe tomar el poder para liquidar las autonomías y reconstruir el Estado español unitario, donde no tengan cabida los nacionalismos ni estos politicastros podridos y traidores al país.