El proyecto de Mas

Y seguimos acertando. Tal y como vaticinamos, la jugada de Mas le viene grande. Destinada a lograr más votos, en realidad le restan, así que ha retrocedido para lograr su objetivo real: seguir en el poder, tener más dinero para financiar su enorme burocracia inútil y mantener el momio.

Eso es el sistema y en él cada uno juega a su juego.

Así el PP post-Bárcenas sigue con su gobierno de gestión, cobarde y marrullero como siempre han sido los conservadores. El PSOE intenta estructurar una oposición a pesar de ser una cáscara vacía liderada por el dinosaurio Rubalcaba, donde ya echan mano de la tercera fila de segundones porque la primera y segunda ya están agotadas.

Mientras los separatistas de ERC engordan con su oposición-apoyo (¡!) a Mas y esperan el turno de gobernar, o sea de seguir robando, y después ya se verá, que es el lema de todos ellos. El mañana no existe.

No hay que olvidar el análisis que del nacionalismo hace J. Breuilly: «una estrategia de unas élites arribistas para obtener poder y recursos». Una banda de rateros.

A quienes les ha ido muy bien la manipulación de Mas-TV3 es a los de la ANC de la cadena (infra)humana, porque sin ese apoyo oficial hubiera sido una más de las chorradas sin trascendencia de los separatistas. La gente sólo participa en las romerías del poder constituido.

Y van con los carritos con los niños. Eso no es una manifestación, es un pasacalles de fin de semana. Los fenómenos políticos, hoy, son simples modas. Hubo la moda de la democracia, del destape, del cambio, del va bien, de la ceja, de la selección nacional y ahora del separatismo. No hay más que ver la cantidad de gadgets comerciales que ha generado.

Pero todo ello enmarcado dentro del juego de las ambiciones y tácticas de las facciones políticas.

Ahora la podredumbre del sistema se combina con la crisis económica y sus propios componentes rompen la estabilidad para obtener más recursos para sus tribus de caciques. Y no los hay. Mejor para nosotros. Cuanto peor, mejor. Fuera caretas. Gracias Mas, Rajoy y ZP.

Ha llegado la hora de cargarse el sistema partitocrático-separatista a toda costa. El brazo armado de la Nación debe actuar.

Ningún pacto entre partidos puede frenar la caída. No hay más dinero que robar.

¡ Insurrección  cívico-militar.!

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