Ante la posible llegada de dinero fresco la purria cree que de nuevo podrá volver a sus manejos. Veremos.
También veremos si se van a iniciar acciones para tratar de recuperar lo que ha desaparecido y paralizar en seco el rosario de indemnizaciones, jubilaciones, vitalicios etc…que se han asignado los ladrones, porque el dinero no se ha volatilizado, en algunos lugares concretos está y hay que localizarlo y conocer con detalle los hechos.
Sucesivamente es imprescindible depurar responsabilidades e imponer castigos. Ya vemos que el PP no parece estar por la labor (no hay que mirar atrás) y a la vez el otro socio, el PS finge que está interesadísimo en que se escenifique el simulacro. Esto es así porque ambos –y los demás también- están pringados, y aunque enemigos duros a la hora de disputarse unas elecciones y las prebendas extraordinarias que conlleva la victoria, cierran filas y forman piña frente a la ciudadanía que parasitan, éstos y el resto de grupos políticos y “sindicales” del sistema partitocrático.
Lo que sí parece cierto es que los intereses del préstamo a España (no a la Banca, como dicen) los va a tener que pagar España, es decir, nosotros, la población, y si ya no había dinero para atender a la deuda actual no es muy difícil adivinar de dónde se va a echar mano
Está empezando a abrirse paso la certeza de que la crisis en España tiene un cariz distinto: las corruptas castas políticas, multiplicadas en su número por las nefastas Autonomías y en su podredumbre por la partitocracia que se ha desarrollado con la excusa de la democracia.
Sin eliminar las autonomías y los poderes locales municipales, corruptos como pocos, sin trinchar la casta política que tras ellos se cobija y sin recuperar las instituciones del Estado y su soberanía, poca reforma y pocos ajustes podremos hacer. Mucho menos con el subversivo y antiespañol PSOE y el sumiso y a-español PP. En cuanto a los separatistas… raticida.
Pero no olvidemos que el sistema actual no es reformable ni regenerable.
No es reformable porque no hay nada que reformar, el tándem Constitución – Ley Electoral ha funcionado a la perfección, va dirigido a la disgregación y desaparición de España y ya casi lo ha logrado ¿para qué tocar nada?
No es regenerable porque la misma y enorme purria que se beneficia del sistema autonómico no va a atentar contra sí misma, quienes han creado este monstruo, que es su vida, no van a renunciar a nada. La defensa de este estado de cosas es férrea.
Es la población, nosotros, y los grupos activos quienes en una decidida acción unitaria deben iniciar el proceso para trastocar este sistema “legal” pero ilegítimo.