OA se opone frontalmente al nacionalismo en todos sus aspectos. Frente al golpe de Estado secesionista que paulatinamente se está desarrollando ante la pasividad, y complicidad de hecho, de los gobiernos habidos, formulamos nuestra llamada a la movilización y unidad de los patriotas españoles.
Ya lo dijimos hace un tiempo: el PP no tardaría en pactar y facilitar el camino a los separatistas ante la proximidad del poder. Así ha sido: la dirección nacional del partido presiona a los valencianos para que “colaboren con CyU”, y Fernández-Díaz, el criptonacionalista candidato del PP catalán, apoya la “inmersión” por «motivos técnicos».
El PP quiere gestionar asépticamente, la derecha cobarde de siempre.
Su tema no es España ni el pueblo español. No es mucho mejor que el PSOEmasón de ZP, y ahora vemos cómo todos esos antizp no se han movido por la lealtad a España sinó por simple partidismo, lo que ahora les lleva al silencio.
El Tribunal de Cuentas lleva ¡doce años! Sin fiscalizar las ayudas a la formación para el empleo, creadas en los inicios de la democracia para financiar a estas burocracias sindicales que apuntalan el régimen caciquil partitocrático-autonómico. Son 2.571 millones de euros de los cuales patronal y sindicatos han recibido ya más de 300, sólo de la administración nacional.
Duran Lleida, nacionalista catalán nacido en Huesca, político reconocido como “moderado” en Madrid (¡¿cómo se puede ser nacionalista y moderado?!), habitualmente residente en el Palace de la capital, es el político de toda España con más sueldos: ¡nueve! Hostia con la moderación.
El desafío del gobierno y parlamento catalanes ejemplifica mejor que nada la catadura y el cinismo de la dictadura separatista en Cataluña y en el País Vasco, y por otro lado la farsa de esta falsa democracia destinada a justificar el caciquismo de los partidos y su colaboración con el cáncer separatista a través de la aberración de las inútiles y supercaras autonomías.
Principal de esa sórdida organización sarcásticamente denominada «OmniumCultural» (que de cultural no tiene nada, es la fábrica donde se inventa la cultureta edulcorada que les hace delirar), ha tenido la desvergüenza de insultar (en su tv3, claro) a quienes reclaman una educación bilingüe para sus hijos, calificándoles como «maltratadores».
Se ha olvidado de cuando desde ese mismo basurero se reclamaba el bilingüismo arguyendo: desde «profundos estudios» hasta «derechos humanos» (que según parece ya han caducado) ¿entonces ellos también eran maltratadores, y abusaban de sus hijos?.
Tras el bilingüismo, vino el monolingüismo, y tras él la expulsión y acoso de la Lengua Española, y de todo cuanto tenga que ver con España.
Tampoco se ha cortado en afirmar que hace falta «una cierta violencia para avanzar» -«avanzar» significa conseguir sus objetivos, claro- ¿se trata acaso de la misma violencia necesaria para impedírselo? ¿sus aspiraciones son tan legítimas e indiscutibles que justifican la violencia, y las aspiraciones de los demás no?. Sí, porque lo han decretado ellos mismos, torpe copia alpargatera del nazismo histórico, su modelo.
Su cinismo e insoportable soberbia corren parejo de su zafiedad, y así, tomaron como símbolo el burro, lo que es un insulto para el animal y una loa a ellos mismos.
Estamos hartos de esa gentuza, del expolio a que han sometido a todo el país, de la ruina a que nos han llevado y de su engreimiento caricaturesco y paleto.
Estamos hartos de esos asquerosos.
Estamos hartos de todos los que lo hacen posible: la pijoprogresía, el Sanedrín de las Universidades que pontifica desde su púlpito de excrementos, del podrido e indecente mundo de la «justicia» poblado de delincuentes y de felones, de la casta política y sus militantes- unos grotescamente antiespañoles y los otros falsos, cobardes y mercaderes-, y también de esos partidillos que son como la muleta de los toreros, que atrae, amaga, engaña y esquiva.
Y no nos situamos del lado de esa mascarada del 15-M, que bajo una apariencia de radicalidad han tenido buen cuidado en no pisar los callos que «de verdad» pueden doler. Burdas marionetas.