Con motivo de la crisis económica, surgida de la corrupción de las oligarquías política y del saqueo de los separatistas, y del desafío de estos para despistar su mala gestión, han salido como hongos varias sectas políticas, que ahora sí, atacan la aberración autonómica, el chantaje separatista y la partitocracia antidemocrática.
Los mismos que nos tachaban de radicales y descalificaban, aún ahora, nuestras posiciones y análisis.
Grupos como Ciudadanos o UPyD, reformistas, “regeneracionistas”, que no querían focalizarse en el tema nacionalista, hasta que han visto que es el único que mueve a la población y a los medios de comunicación. Suelen ser progres y bastante confusos.
Están también los federalistas, que quieren federar lo ya unido y ahora desgarrado por el sistema autonómico. Lo de “federalismo” es para no decir España. Pero es absurdo porque el Estado autonómico supera el federalismo e incluso es “asimétrico”, es decir expoliador.
Han aparecido hace poco los que quieren ser catalanes y españoles. Demasiado tarde, especialmente porque para eso habría que exterminar (¡ojalá!) a los nacionalistas y su veneno. Y a eso no están dispuestos. No llegan.
Luego están los éticos, los que desean moralizar la vida pública, implantar principios. Suelen ser liberales y bienpensantes. Tampoco se atreven a avanzar las medidas radicales contra los nacionalismos, así que se han rendido. Son la gente de Jiménez Losantos y de César Vidal, el mandarinato conservador, el mismo que (salvando circunstancias y distancias) entregó la Alemania de Weimar a Hitler.
Y frente a todos ellos, nosotros. Sabemos a donde hay que ir y cómo. Pero como a todos, nos falta la organización, el momento y los contactos. Pero todo eso está llegando.
Insurrección Nacional!!!