La situación actual

La evolución de la situación política va poniendo a cada uno en su lugar. Arturito Mas finaliza su huida hacia delante solicitando a Rajoy una salida negociada que le permita salvar la cara y le libere de paso del dogal de ERC, socios y oposición a la vez !!!, y que le traspase más dinero para los continuos derroches en funcionarios y subvenciones de la Generalidad.

Rajoy, contento, ya ha empezado a devolverle señales, como las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, diciendo barbaridades como la transferencia de la competencia de recaudar el 100 % del IRPF, a lo que los separatistas han respondido, como siempre, con más exigencias, por si acaso caen: la ampliación de las competencias de su policía, los Mocitos, con lo que las FOP nacionales desaparecerían en la región.

CyU se desmorona porque al abandonar de un modo u otro el camino emprendido, que debía ser sólo un amago de chulería con el apoyo a la manifestación del 11-S, perderá ahora los votos del ala radical.

Además se acaba la carrera de Mas, a los pies de los caballos de los reformistas “moderados” del partido, ahora con el campo libre por la caída de Oriol Pujol, amo del cotarro y corrupto máximo.

ERC finaliza su negocio con réditos, aumenta su masa de votantes y hecha la culpa de todos los males a CyU-Mas y, como no, a España. Mientras a seguir engordando con poltronas y dinero, porque el negocio no puede parar en cualquier situación. Ninguno de estos dimite de sus cargos y escaños, que no olvidemos que son autonómicos, es decir, institucionales bajo la Constitución española vigente. Fuera del Sistema no hay vida, ni dinerito.

El PSC continúa con su juego de equilibrios de “ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio”, con lo que contribuyen de modo acelerado a perder votos, que probablemente irán a Ciudadanos, la UPyD, a minorías, o a la abstención.

ICV, (ex IU), aspira a heredar esos votos yendo también de razonable pero sin abandonar el bloque separatista, como el PP en el otro lado, pero sin convicción, porque para los conservadores la ideología, los valores, son una carga que sólo sirve para pintar la carrocería de lo verdaderamente importante, el dinero, el negocio, la economía.

Ahora comienza el cambalache y el intercambio de favores y de infraalianzas para ganar cada uno lo que pueda. No hay límites, todo a puerta cerrada.

El secretismo.

Esa es la verdadera política de las élites caciquiles de los partidos. Siempre a corto plazo.

¿Y nosotros? Muy bien, la situación provocada ha sacudido la tramoya de normalidad falsa en la que vivíamos, destapando no sólo la corrupción sino la hipocresía de los actores políticos, y las intenciones suicidas implícitas en los “nacionalistas periféricos” insertos en el sistema como un cáncer, empeorado con la aberrante mala idea de las autonomías.

Así que ahora se puede proclamar abiertamente cualquier tipo de salida al actual sistema podrido e inoperante, además de ruinoso, que multiplica la crisis económica que padecemos y que el imperialismo alemán disfrazado de UE acelera.

Ha llegado el momento de difundir la única solución posible: un golpe cívico-militar que no sólo acabe con la situación de agonía del Pueblo y la Nación españoles sino que, además, inicie un proceso de reconstrucción nacional que evite y prevenga los antecedentes que nos han llevado a este punto.

Por menos no vale la pena arriesgar tanto.