Si ocurriera el desastre aberrante de la desaparición de España, de nuestra Nación, por obra de la conjunción de estas oligarquías rapaces, egoístas, materialistas y la subversión y el saqueo separatistas, poco, nada de hecho, nos podría interesar lo que hubiera luego y el cariz que tomarían las taifas resultantes…
-que fueran católicas, ateas o islámicas
-progres, fachas, sociatas, conservadoras o liberales
-abortivas o devotas
-integristas o libertinas
-totalitarias o disolventes
-anárquicas o moralistas
Porque todas ellas, todas las facciones ideológicas, TODAS ellas, desde los católicos a los troskistas, de los falangistas a los anarquistas, han ignorado a España, al Pueblo y la Nación españolas, a las gentes y a las instituciones, a las costumbres y la cultura, al bienestar y la Historia.
Todas han perseguido como locos posesos los modernismos y la huida hacia delante, hacia la nada, hacia la miseria bien amueblada pero sin contenido actual. TODOS.
Y todos ellos, todos, son traidores, egocéntricos renegados.
La solución está, estará, fuera de ellos y contra ellos.
Con España, con los españoles, aunque sólo lo pensemos unos pocos.